jueves, 26 de abril de 2007

Reflexiones en voz alta: ¿Somos realmente individualistas?

Últimamente he estado pensando bastante acerca del tema. Varias personas suelen decir que en España los derechos son corporativos, no individuales y que el depositario principal es la familia (con todas las relaciones de poder – patriarcales – que hay dentro de ella). Creo que eso es profundamente cierto. Pero lo malo es que se presenta a España como deficiente en relación con otras sociedades más individualistas, como las del norte de Europa o EE.UU. Ahora, veamos estas sociedades.

EE.UU. y Gran Bretaña son la cuna del identity politics o políticas de identidad. Es decir, es ahí donde se han dado movimientos de personas de origen africano, latino, gays y lesbianas, etc. Y ahora mismo, especialmente hay un resurgimiento de los family values (valores familiares). Por supuesto, esa es sólo parte de la historia. Hay muchas tendencias en esas sociedades. El liberalismo económico no está reñido con el conservadurismo social, ni tampoco con el liberalismo social. En resumen, las tendencias van separadas.

Pero volviendo al tema del identity politics y, especialmente, de la sexualidad, ¿cómo es posible que ése sea un tema clave en una sociedad supuestamente individualista? Si la sexualidad es importante, es porque estructura socialmente. Si nos paramos a pensarlo, nuestra sociedad está estructurada de acuerdo con lazos de solidaridad basados en lo sexual. La familia, con su régimen de heteropolaridad, heterosexualidad obligatoria y división sexual del trabajo, se basa en relaciones con diferente intensidad de sexualidad. En ella la sexualidad se sanciona, tolera o vuelve tabú de una manera muy fuerte. Por ello el sexo es un pilar básico del matrimonio (y el matrimonio heterosexual de la familia – una de las pocas cosas con las que estoy de acuerdo con el foro de la familia, si bien sacando conclusiones opuestas) y el incesto en cambio es un tabú. Sospecho que el problema del incesto no es tanto el daño causado a las personas que lo realizan como el que produce en las estructuras familiares (profundizaré en este punto en otro post, porque lo último que pretendo es sancionar el abuso infantil).

En resumen, ¿por qué importa tanto el matrimonio homosexual, la adopción por parte de parejas del mismo sexo, los matrimonios a tres o a cuatro? ¿Por qué importa a todo el mundo? ¿Por qué es visto como algo que tiene que ser regulado por el Estado con amplio consenso social? Creo que la respuesta es porque afecta a lo más profundo de las estructuras sociales, a los pilares básicos de la sociedad, de la organización social. Entonces, si los debates básicos y de actualidad son estos, ¿cómo de individualistas se puede decir que somos? Quizás es simplemente que somos seres profundamente sociales. Quizás es que nunca podremos ser tan individualistas como quisiéramos.

Me quedo con unas frases de Chomsky (resumida y tomada del documental “Chomsky. Rebel Without a Pause”): El objetivo del liberalismo es que no nos importe si el niño del final de nuestra calle puede ir o no al colegio. Eso es muy difícil porque esas solidaridades están muy asentadas.”. ¡Menos mal! Paradoja: Nos debe importar si el niño del final de la calle va al colegio, pero no si es gay… (No se está imponiendo tanto una manera de ver la realidad como un proyecto social).

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